Una solución para muy
fácil de utilizar por cualquier persona y su coste es mínimo: en casi cualquier
lugar del mundo hay botellas de plástico, que se pueden emplear con esta
finalidad. De hecho, comunidades de más de 50 países de Asia, Sudamérica y
África beben desde hace tiempo agua potabilizada mediante esta técnica, cuya
eficacia ha sido ahora ratificada por los científicos.
Por: Pepa Mosquera. Una solución para
muy fácil de utilizar por cualquier persona y su coste es mínimo: en casi
cualquier lugar del mundo hay botellas de plástico, que se pueden emplear con
esta finalidad. De hecho, comunidades de más de 50 países de Asia, Sudamérica y
África beben desde hace tiempo agua potabilizada mediante esta técnica, cuya
eficacia ha sido ahora ratificada por los científicos.
La Organización Mundial de la Salud
estima que un 94% de los casos de enfermedad diarreica registrados en los
países en vías de desarrollo se pueden prevenir aumentando la disponibilidad de
agua potable y mejorando las condiciones de higiene y saneamiento.
La técnica consiste en llenar botellas
de plástico (se recomienda PET) con agua de río, lago, etc., y exponerlas al
sol entre 6 y 48 horas, según las condiciones climáticas y los patógenos que
contenga el agua. La radiación ultravioleta procedente del sol y el
calentamiento del agua, conjuntamente, logran el efecto germicida perseguido y
vuelven potable el agua, logrando de esta forma reducir la incidencia de
mortandad por diarrea e incluso por cólera.
Pero se tendría serios problemas con la dureza del agua. Es decir la cantidad de ppm que va a tener el agua.
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